La técnica del kumiko combina tradición y creatividad para transformar lo cotidiano en algo excepcional.
Estas piezas tienen un equilibrio hermoso entre la calidez de la madera y el vacío; entre el diseño y la precisión en la ejecución; entre la repetición modular y las variaciones rítmicas. El sapelly, con su tono marrón rojizo, aporta profundidad, mientras que el pino, más claro y con su grano distintivo, agrega ligereza y frescura a la composición.
La versatilidad de los objetos, que pueden usarse tanto para la decoración como para el menaje en la cocina, manifiesta la funcionalidad del diseño tradicional japonés, que busca la armonía entre la forma y la función. Es un recordatorio de que la belleza puede encontrarse en lo simple y en lo cotidiano.
